jueves, 7 de junio de 2007

Ignacio Ezcurra




HASTA VIETNAM
http://www.elefanteblanco.com/cat/cat_20.htm

Hace treinta años un argentino sobrevolaba en helicóptero la selva vietnamita en plena batalla campal.

Sobrevivió a esta hazaña el tiempo suficiente para dejarnos la crónica de lo que allí pasaba.
Pocos días después era asesinado por guerrilleros del Vietcong en la cuidad de Saigón.
Era Ignacio Ezcurra, que sobrevive no sólo en las páginas de sus crónicas periodísticas, sino en el recuerdo de su generación y de las que siguieron, como un signo de entrega a un ideal y a una profesión que va más allá de los límites individualistas y pragmáticos.


En esta selección de sus textos que realizó Sara Gallardo en 1970 y ahora se reedita, el lector puede encontrar de primera mano, todo el fuego, el talento y la pasión que puso Ignacio Ezcurra en el breve lapso de su vida para tratar de alcanzar la realidad humana desde todas las perspectivas y comunicársela a los demás.
Los lugares que recorre y los ámbitos que retrata son variadísimos: desde las noches que pernoctó en Machu Pichu hasta los matizados aspectos del Poder Negro en la década del 60 en los Estados Unidos.
La guerrilla salvadoreña y bucólicos personajes del Gran Buenos Aires.


Todo le interesaba y nada le era ajeno.
Podemos titular su profesión como la de un "periodismo humanista" que atrae el aire joven de quien, a los veintiocho años tuvo el valor y el entusiasmo de enfrentar el lado oscuro humano, la guerra, con la esperanza de erradicarla definitivamente.


Ignacio Ezcurra Nació en San Isidro (provincia de Buenos Aires) en 1939, el quinto entre doce hermanos.
Se recibió de bachiller en 1956 en el colegio "El Salvador" de Buenos Aires.
Comenzó la carrera de Letras en la UBA y simultáneamente ingresó al diario La Nación en la sección de avisos clasificados.
En 1958 luego de dos viajes, uno al Brasil en moto otro al Perú, inició junto con dos amigos, un viaje "a dedo" atravesando Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Méjico, hasta los Estados Unidos. Llegó allí ocho meses después y ya en 1959 trabajó en dos puestos temporarios para hacer frente a su subsistencia.
Siguió cursos de perfeccionamiento de inglés en la Universidad de Columbia y en 1960 pudo estudiar Periodismo en la Universidad de Missouri gracias a una beca que ganó por concurso.
En 1961 volvió a la Argentina donde cumplió el servicio militar y fue enviado por la Secretaría de Cultura de la Nación y el Instituto Di Tella a recorrer más de sesenta ciudades del interior para ofrecer espectáculos audiovisuales y películas documentales.
En 1962 viajó por Perú y Bolivia para traer material periodístico que publicaron la Editorial Atlántida y La Nación.
Se reincorporó a este diario como cronista volante de su redacción y simultáneamente ingresó a las carreras de Sociología e Historia de la UBA.
Paralelamente y como un modo de enriquecer su labor, trabajó asiduamente como fotógrafo .
En 1963 viajó en regata a Río Grande, Brasil, y a la vuelta visitó lugares a los que sólo se tiene acceso por mar.
Ese mismo año, trabajó para el suplemento dominical de La Nación.
Condujo junto con los periodistas Mario del Carril y Jorge Morel una audición semanal en radio Municipal de entrevistas y análisis político nacional e internacional.
Colaborador de La Nación, escribió en las secciones "Un rostro en siete días" y "Visiones de América".
Publicó artículos en las revistas Atlántida, Vea y Lea, El Reflector, Cristina, Autoclub y La Chacra. Se casó con Inés Lynch en 1965 y ese mismo año, invitado por la embajada de Siria, visitó medio Oriente, intuyendo y anunciando en sus notas la inminencia de un conflicto.
En 1967 fue enviado a los EE.UU. para investigar los conflictos raciales; allí tomo contacto con figuras como Robert Kennedy y Martin Luter King.
Al año siguiente partió a Vietnam, donde se desempeñó como reportero de guerra hasta su desaparición en Saigón, el 8 de mayo de 1968.

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