viernes, 25 de mayo de 2007

arbol de la vida




Ciruelo de mi puerta,


si no volviese yo, la primavera


siempre volverá.





Tu, florece.



(proverbio japonés)

Haroldo Conti, La balada del álamo carolina
http://www.esnips.com/doc/508aa727-eec5-4fb7-981d-125ae3886b11/Haroldo-Conti---La-balada-del-alamo-carolina



El árbol cósmico para los druidas era central: su savia suponía el rocío celestial y sus frutos proporcionaban la inmortalidad (el retorno del ser o un estado paradisíaco).
Así ocurría con los frutos del árbol de la Vida que se encontraba en el Edén, las manzanas de oro del Jardín de Hespérides y los melocotones de la si-wang, la savia del Haoma iraní.
El hiomaragi japonés también es valorado como un árbol cósmico, igual que el Boddhi, bajo el cual Buda alcanzó la plena iluminación, por lo que desde entonces representa al mismo Buda en la iconografía primitiva.


los chakras y el árbol de la vida, según la kábala


El simbolismo chino conoce el árbol de la fusión: une el Ying con el Yang (cruzamiento de las flores masculinas y las femeninas del árbol).
Asimismo, las dos categorías de árboles: los de hojas caducas y los de hojas perennes están afectados por signos opuestos: uno simboliza el cielo de las muertes y renacimientos; y el otro representa la inmortalidad de la vida, es decir, dos manifestaciones diferentes de una misma identidad.







sauce y álamo, eso somos según mi gente celta, unidad base



como un yinyan custodiando el paisaje, indisolubles,



uno y otro cielo y estepa columna y cobijo



desflecando el horizonte patagónico

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