domingo, 20 de mayo de 2007

flamenco



vuelo y arraigo

Siempre intuí que esta habilidad de trapecista,

en la forma de moverme laboralmente y en la vida,

refería por igual a una especie de adaptación al medio,

tan fluctuante como el agua,

y a la necesidad de equilibrarme entre el vuelo y el arraigo

-cielo y tierra-, entre la magia y la realidad.

(algo de eso hay en el flamenco, también.

Y en el universo celta de mi sangre.

dragones).

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