lunes, 28 de mayo de 2007

marinadelatorre




la torre

¿Qué es una torre?
Es una edificación, algo humano hecho con un fin.
¿Cuál es el fin de una Torre?
Permite vivir en su interior, nos protege de los otros, nos da seguridad, nos permite ver desde lo alto.
Ahí dentro nos sentimos fortificados.

Es nuestra morada, pero también nuestra prisión.



simbolismo

Aquí vemos un edificio abatido por un rayo: la torre ha quedado destruida.
También vemos a dos personajes: uno aún está cayendo y el otro parece que ya esta arreglando los desperfectos; después de algo que se ha roto no nos queda otro remedio que volver a construir.
Esta torre es un monumento fálico construido por el hombre como símbolo de superioridad y poder, donde el hombre guarda el pasado y las ideas preconcebidas.
Asimismo, se la ha relacionado con la torre de Babel, por lo que se interpreta como un aviso de excesos y catástrofes.

el llamado

El llamado será perentorio, convocando para el trabajo de transmutación, obligando a un profundo cambio.
El hombre dormido despierta de golpe y deberá dejar esa Torre, para poder construir otra, bajo otros planos de edificación de nivel superior.
Y comenzar de nuevo

la nueva construcción

La Torre está edificada sobre una tierra fértil.
Será necesario que sus habitantes vuelvan a ella a través de la caída.
Pero alguien ha muerto.
Ha muerto un modo de actuar sujeto a las pasiones, que se consideraba a igual nivel que el razonamiento, y no sujeto a una voluntad superior.
Ahora podrá volver a nacer bajo un nuevo modo de sentir, de vivir.
Si los habitantes de la Torre han comprendido y evolucionado, se habrán sometido a su Ser Superior.
Ahora bajo su dirección, siguiendo las instrucciones de planos nuevos y aplicando las reglas del arte, volverán a crear, a generar, a fertilizar la tierra. De este modo obtendrán frutos acorde a lo plantado.
Si los habitantes de la Torre no han comprendido ni evolucionado, vivirán la experiencia como una catástrofe, una desgracia. El Ser superior seguirá dormido.
Si les quedan fuerzas tratarán de volver a edificar, con los mismos materiales y planos una torre similar a la destruída.
Si en cambio, por carecer de la energía suficiente, "bajan los brazos" vivirán una vida de lamentos, de quiebra material y espiritual. Se considerarán víctimas del destino cruel.





arquitectura conciente

La Torre tiene cuatro aberturas: una puerta y tres ventanas.
Los ladrillos que rodean las aberturas son de color rojo, pues por estas aberturas ingresan los estímulos que afectan nuestras pasiones: ya sea a nivel físico, emocional, mental, y espiritual.
En estos sectores la vida se manifiesta con mayor actividad y exige en consecuencia un mayor control para encausarla correctamente y evitar que nos desborde.
La puerta de acceso a la torre está abierta, permitiendo que todo lo que se halle al nivel de la tierra entre por ella. Esa parte inferior, accesible sin necesidad de esfuerzo, corresponde a las nociones básicas del ser humano, a lo más primitivo que existe en nosotros y nos relaciona con el entorno, con el mundo circundante de un modo directo, natural. Es el nivel de las necesidades corporales.
Subiendo dentro de la Torre llegaremos al primer piso.
Consta de dos ventanas que lo iluminan y conectan con el exterior. Desde este nivel la visión puede llegar más lejos. No estamos limitados por el mundo que podemos "tocar", "oler" "saborear", sino aquel que podemos "ver", "intuir".
La ventana derecha pertenece al dominio de la Razón.
Esta ventana, de la conciencia, acumula la experiencia y el conocimiento. Por ella se incorpora la ciencia, que se constituye por el análisis, síntesis y acumulación de los frutos de la experiencia de la humanidad.
En esta habitación entra la luz del razonamiento. El "cógito ergo sum" de Descartes.
Desde este lugar, el hombre que lleva una corona, el Rey de la Torre, observaba la vida.
La otra ventana, la izquierda, pertenece al reino de la intuición y de la creatividad, reino de lo emocional y de las pasiones.
Desde aquí observaba el otro habitante vestido de rojo, símbolo de la actividad, de la vida.
Él ha utilizado la energía necesaria para construir la Torre, y podemos ver en la imagen cómo un ladrillo de su propia obra, cayendo sobre su nuca, lo mata.
Existe otro piso, al que pocos llegan, allí iluminado por una única ventana central.
Desde este lugar, superando el piso inferior del mundo dual, se busca encontrar la síntesis, la unidad entre la diversidad del mundo aparente.
Esta es la morada del Ser Superior, del espíritu que está en nosotros; en esta habitación duerme desde hace mucho y no ha despertado aún.
Finalmente la Torre tiene en su parte superior una terraza almenada o corona de Oro.
Desde dicha terraza, el Rey de la Torre, el Ego, podía mirar desde "lo alto", a los que estaban más abajo, y sentirse más cerca del cielo.
Dicha terraza se está derrumbando.
Esta terraza es la fuerza de voluntad terrestre, aquello que orientó las fuerzas del constructor, así construyó un edificio, en base a su voluntad personal, no con los planos de la voluntad divina.
Cuando llega a esta terraza, el Rey de la Torre se cree superior.
Él se cree el Dios. No hay nada superior a la creación. Él ha construido esa maravillosa torre.
Está orgulloso de su creación que lo eleva por sobre los demás.
De este modo ha construido una Torre que se acerca peligrosamente al cielo.

¿Cómo no percibió lo que cualquier alpinista sabe cuando sube a lo alto de las montañas?

Las cimas atraen al rayo.

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